El puntal de Matamulos es una ruta clásica entre los montañeros de la capital desde la cañada de las Hazadillas, pero no es normal, quizás inédito, añadirle el sendero de la fuente de Ballesteros y dos senderos recientemente rehabilitados, que parten desde la carretera que lleva al embalse de Quiebrajano.
Teníamos referencia del sendero de Matamulos a través de Salvador. Buscando en Wikiloc encontré dos tracks que utilizaban este sendero y además otro más que llamaremos de Madroñales. El problema es que daba la sensación de haberlos realizado por ordenador, es decir, no eran reales, aunque grosso modo coinciden con el real.
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4017397
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4009575
Estando ya programada la ruta de investigación, me encuentro casualmente con Ricardo, el presidente del club Lagarto, que ese mismo día había recorrido ambos senderos dándome la buena noticia de que estaban rehabilitados y además me ofreció el track.
Ya no se trataba de investigar, sino de diseñar una ruta que utilizara ambos senderos y recorriera lo más significativo de esta zona. Así que le añadimos el sendero de la fuente de Ballesteros y el puntal de Matamulos, así como elementos geológicos interesantes como las dos uvalas (una evolución de las dolinas de los terrenos calizos) y la piedra Horadada. En resumen, nos ha salido una ruta muy interesante con un diseño novedoso.
ASPECTOS GEOLÓGICOS
Información proporcionada por Pedro Pablo Montes Aparicio en sus didácticas explicaciones durante la ruta de “geosenderismo”. Nuestro agradecimiento a sus esfuerzos por explicarnos estos temas tan difíciles de entender y nuestro reconocimiento a sus profundos y extensos conocimientos científicos. Todos los gráficos o láminas son de Pablo, que nos ha dado autorización para publicarlos.
El valle de Quiebrajano se ha formado en la orogenia alpina una etapa de unos 30 millones de años, durante la cual se produjo la colisión de las placas tectónicas africanas e india por una parte y la euroasiática por otra, formándose las principales cadenas montañosas del mundo, incluida el Himalaya.
En esta zona se produjo la colisión de la base de las actuales montañas de la sierra de Jaén (cerro Matilla es el punto más alto) y sierra de Grajales contra el cerro de San Cristóbal (en el pasado más alto que el Mulhacén) formándose las actuales montañas por elevación y el valle de Quiebrajano por hundimiento retorciendo los estratos rocosos formados por sedimentación en el fondo de un mar tropical, lo que era toda Andalucía hace más de 200 millones de años. Se produjo un proceso de encabalgamiento por el que las partes bajas, las más antiguas en el tiempo, se elevan y superponen sobre otras más recientes
Este encabalgamiento produjo al mismo tiempo otro efecto contrario, un hundimiento en el valle del Quiebrajano: un plegamiento en sinclinal, es decir en forma de V o de valle. .), quedando su punto más bajo en el cauce del río Quiebrajano. En consecuencia los materiales más profundos, por lo tanto, más antiguos, dolomías, calizas nodulosas rojas del Jurásico Superior que estaban en los extremos, digamos los dos puntos más altos de la letra V, se elevaron, quedando por encima de los materiales más modernos.
Por otra parte, por efecto de la gravedad terrestre en la ladera del cerro Matilla, hubo un corrimiento de las rocas calizas cercanas a la aldea de Otiñar, que se desplazaron hacia el fondo del valle al estar colocadas encima de una base de margas arcillosas más resbaladizas, dando lugar a la oclusión de las aguas del río Quiebrajano a modo de presa producida por la Bríncola.
La laguna formada se fue rellenando de tierras aportadas por el río y los arroyos. Poco a poco esta laguna se colmató con estos detritus arcillosos, formando una cascada hasta que se rompió la presa, abriendo un barranco, quedando como está actualmente.
Este es el paisaje que hemos visto desde el mirador del Madroñal: todo el valle del Quiebrajano y en el sendero de la fuente de Ballesteros, hemos andado sobre calizas más modernas que las estaban sobre nuestras cabezas del cerro Tejerina y la Chimba, una prueba clara de cabalgamiento. También hemos observado grandes conglomerados de rocas que se han desprendido desde los escarpes, posiblemente por la acción del hielo en tiempos de glaciaciones con un clima muy frío y posiblemente con hielo en gran parte del año. Es la erosión por gelifracción: el agua que entra en las grietas de las rocas aumenta de tamaño al convertirse en hielo y las rompe, produciéndose el desplome.
También hemos vistos dos uvalas en los llanos de Navalopo. Son unas depresiones amplias cerradas y de fondo plano o irregular donde se produce una intensa infiltración. Se han formado por evolución de la dolina (una depresión del terreno calizo fuertemente erosionado por la acción corrosiva del agua de lluvia)
ETIMOLOGÍA DEL TÉRMINO "HAZADILLAS"
La ortografía de los topónimos es un tema muy complicado, porque normalmente el nombre proviene del habla oral, tal como lo pronuncian los habitantes de la zona, pero al ponerlo en los mapas y en los papeles (actos jurídicos, catastro...) viene el problema. Creo que hay que dar prevalencia al criterio lingüístico y, en caso de duda, el término más usado.
El sentido común nos dice que la etimología debería ser HAZA, con el significado "Porción de tierra labrantía o de sembradura" http://dle.rae.es/?id=K3fFKiC, en diminutivo, porque al ser un barranco solo e puede cultivar en parcelas pequeñas. Esto plantea un problema lingüístico, ya que debería ser HACILLAS, pero los hablantes no siempre siguen las reglas de la Lengua y es posible que dijeran HAZAILLAS y al pasarlo a la escritura por ultracorrección, escribieran HAZADILLAS.
AZADILLAS. No es lógico que provenga del diminutivo de azada http://dle.rae.es/?id=4d5HyJt instrumento usado en la agricultura y en la construcción.
Ante la duda, recurriría al criterio institucional. Tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Jaén prefieren HAZADILLAS. El único que disiente es el Instituto Geográfico Nacional (IGN), que es una fuente menos fiable.