Nos desplazamos en coche hasta Liérganes, aparcando en la estación de tren, porque justo cerca empieza esta ascension a los picos busampiro, más conocidos popularmente como las tetas de Liérganes, por sus formas.
Las rutas que había visto casi todas ascendían por la carretera, subida más suave, y luego bajada por el monte, bastante más empinada.
Decido hacerla al revés, y creo que es lo mejor, porque hay sitios, que a mi me parecen menos costosos de subir que de bajar.
Por camino y sendas vamos ascendiendo, protegidos del sol por la sombra de los árboles. (quizá por ésta sombra sería mejor hacerla al revés en días muy calurosos) y disfrutando de unos paisajes panorámicos de Liérganes.
Al llegar a unas cabañas, poco después hay una puerta vallada, que o se puede pasar por un lateral, o saltar la alambrada, ya que no está alta y es más para protección del ganado.
Pasado este punto se ve una cabaña en ruinas, que dejamos subiendo a nuestra izquierda. Aquí no hay sendero.
Más adelante, una vez pasada la cabaña, encontramos un sendero.
Aqui tenemos un problema, y es que no vemos el sendero de subida, y primero vamos a la derecha, volvemos atrás y vamos a la izquierda, pero no vemos sendero de subida y está lleno de zarzas, que tanto impiden el paso como la visión de lo que encontramos más adelante.
Casi desistimos, y volviendo atrás para poder ver mejor lo que nos esperaba, vemos que el tramo de zarzas es corto y luego ya es prado, eso sí, todo en subida.
Y voila que al volver a intentar la subida, vemos perfectamente el sendero de subida, estrecho, pero como digo corto. Hay que fijarse en el árbol e ir en esa dirección.
Una vez llegados al árbol, es subir por el prado hasta el sendero que sube a la teta Marimon de 399 metros.
Y luego paso a subir la teta cotillamon de 425.
La bajada es por asfalto, pero para mi, el asfalto se hace pesado y la bajada se hace dura en ese aspecto.
Lo compensa, y es que parece que formas parte de una fotografía de 360°.
Hay una vía ferrata a nuestra izquierda al principio de la bajada, donde vemos a lo lejos, gente realizándola.
Nos acompaña en todo este trayecto de bajada sinuosa, lo comentado anteriormente y es que estas inmerso en ese magnífico paisaje.
A medio camino, vemos un coche volcado, y que los vecinos con un tractor, intentaban sacarlo.
El susto que los ocupantes se debieron llevar, porque el morro apuntaba hacia abajo y sólo unos árboles cercanos frenaron su caída.
Más tarde supimos que los vecinos hábiles con el tractor consiguieron sacar el coche y ver el coche bajar por la carretera.
Llegada a Liérganes, donde preguntamos a una vecina donde comer y nos indica "la puerta del sol" menú muy rico y abundante.