"Ni yo, ni nadie puede recorrer ese camino por ti, debes transitarlo por ti mismo. No está lejos, está al alcance, quizá ya has estado en él desde que naciste sin saberlo, quizá está en todas partes, en el mar y en la tierra", Walt Whitman.
Durante siglos, miles de peregrinos jacobeos han hecho un aparte en el Camino de la Costa para adentrarse en la comarca lebaniega hasta llegar al Monasterio de Santo Toribio y venerar la reliquia del Lignum Crucis. Hoy, los viajeros modernos pueden llegar al corazón de los Picos de Europa siguiendo las huellas de aquellos fieles caminantes. A Liébana comenzaron a llegar cristianos desde todos los puntos cardinales creando, sin ser conscientes de ello, una red de caminos que perfiló toda una trama de santuarios interrelacionados. Así, muchos peregrinos que se dirigían a Santiago por el Camino de la Costa se desviaban para acercarse a Liébana. El Camino Lebaniego va desde Santander a Santo Toribio, se puede cubrir en cuatro o cinco días. La duración queda al albedrío de cada uno, a su capacidad física y al tiempo que se quiere invertir en descubrir el enorme patrimonio natural y cultural que atraviesa. En esta ocasión vamos a dividir el camino en 3 etapas de unos 20Km con desvío en la primera etapa a Camijanes (para comer) y en la segunda etapa para visitar el fabuloso mirador de Santa Catalina, en Cicera. Para la última etapa dejamos únicamente 3 Km para ir al Monasterio de Santo Toribio y pasar la tarde del día anterior y parte de este último día en Potes, que bien merece una visita sin prisas. La señalización hasta San Vicente de la Barquera es la propia del Camino de Santiago, es decir, flechas amarillas; a partir de aquí y hasta Santo Toribio, las flechas se combinan con flechas granates y mojones con el símbolo del Lignum Crucis. Nosotros visitamos San Vicente de la Barquera y sellamos la credencial en la la iglesia gótica de Nuestra Señora de los Ángeles, desde la cual hay una panorámica envidiable de San Vicente de la Barquera. En su interior, la iglesia guarda una de las obras maestras del Renacimiento español: el sepulcro de Antonio del Corro, inquisidor, trabajado en alabastro. Los restos del hospital de la Concepción recuerdan el dinamismo de la villa cuando acogía a los peregrinos de Santiago en el siglo XV. Decidimos entonces salir desde la cercana localidad de Serdio, ya que no hay albergue en San Vicente de la Barquera a la fecha de este viaje. Este camino (en su primera etapa) pasa casi íntegramente por la senda fluvial del río Nansa, se agradece ir por sombra y al lado del río, aunque nosotros pasamos bastante calor debido a la humedad. Salimos un momento de la senda fluvial para hacer un pequeño desvío para comer en el pueblo de Camijanes. Actualizado 6 May 2019. El restaurante en Camijanes se encuentra cerrado permanentemente, si lo vuelven a abrir por favor comunicarlo para volver a actualizar. Luego volveremos de nuevo a la senda fluvial que en esta época del año se puede ir perfectamente y llegar a Cades donde pernoctaremos. También visitaremos su restaurada Iglesia de San Juan Bautista. En la segunda etapa (la primera parte de la misma) es en casi su totalidad por carretera, eso sí, no muy transitada. Pasaremos por varias poblaciones y algún punto donde coger agua hasta llegar a la localidad de La Fuente (donde hay un albergue). Ahí nos desviamos de la carretera para subir por Burió (fuente) y llegar hasta el collado de la Hoz. Ya solo nos queda la bajada hasta llegar a Cicera (albergue). Una vez en Cicera, merece la pena acercarse hasta el cercano Mirador de Santa Catalina por la tarde, para contemplar una impresionante panorámica del desfiladero de la Hermida en toda su extensión. La tercera etapa será la más exigente ya que es la más montañera, salimos temprano de Cicera con las primeras luces del día. Pasaremos por el Canal de Francos y en un descenso bastante acusado llegaremos hasta Lebeña. En Lebeña haremos una parada para ver la Iglesia de Santa María, una maravilla del prerrománico que no tuvimos suerte y encontramos cerrada. Cruzamos la carretera y emprendemos las primeras duras rampas para subir a Allende. Aquí hay varias alternativas: 1.- Camino tradicional subiendo hasta Cabañes (albergue) 2.- Ir por el canal del río Rubejo y subir a Cabañes (albergue) 3.- Ir por el canal del río Rubejo y no subir a Cabañes. Nosotros escogimos la 3 opción ya que íbamos directos a Potes y no vimos necesidad de subir hasta Cabañes. Este tramo de la ruta nos sorprendió bastante por lo bonito que es, eso sí, en épocas de lluvias habrá que ir por otro sitio, ya que puede ser complicado. Hacemos una parada en el área recreativa del Castañar Habario donde hay unas estupendas vistas panorámicas de las estribaciones de Picos de Europa. Pasamos por Pendes (y su famosa quesería) y vamos bajando hasta que nos desviamos a Tama para tomar un aperitivo. Regresamos al camino y llegamos a Potes. Aunque la localidad fue incendiada durante la Guerra Civil, su barrio antiguo conserva un aire tradicional que le valió la declaración de Monumento Histórico Artísitico en 1983. El conjunto urbano está presidido por la notable Torre del Infantado (entrada gratuita presentando la credencial), levantada en el siglo XV, en pleno auge de las luchas entre los linajes locales y el marqués de Santillana. En la actualidad, la Torre alberga la mayor exposición del mundo de Beatos (fascímiles de las copias que se hacen del Libro de Beato de Liébana de los Comentarios al Apocalipsis). La última etapa es un paseo de cerca de 3Km para llegar al Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Pasaremos por el monumento al peregrino en los que en días despejados hay una imponente vista de los Picos de Europa. Fue Santo Toribio de Astorga, custodio las reliquias de Jesucristo en Jerusalén, quien contando con el permiso del papa de su época, trasladó un trozo de la Cruz hasta Astorga, ciudad de la que fue Obispo. Dicha reliquia fue traslada a Liébana por cristianos que querían ponerla salvo de los musulmanes que se encontraban ya en puertas del norte de la península en el avance de su invasión. Y fue el revulsivo definitivo para que el Monasterio de Santo Toribio y Liébana se convirtieran en importante lugar de peregrinación. Sellamos en la oficina de información al peregrino y pedimos la Lebaniega. Mientras nos las preparan, entramos al monasterio y un monje nos hace una explicación del lugar y de la reliquia. Tras ver la reliquia (y quien quiere tocarla) vemos la puerta del perdón que este año no esta abierta (por no ser año jubilar). ...y paseamos por el estupendo claustro del monasterio. Dando por finalizado este camino Lebaniego, hecho sin prisas y con tiempo mas que suficiente para disfrutar de todas las etapas. Espero que os guste. Distancia total: 67.01 Km Desn. de subida acumulado: 2712.3 m Desn. de bajada acumulado: 2307.5 m Altura máxima : 880.35 m Altura mínima : 5 m Altura en inicio: 116.9 m Altura en final: 520.5 m Ratio de subida: 7.95 % Ratio de bajada : 8.59 % Desnivel positivo por Km: 40.48 m Desnivel negativo por Km: 34.44 m Tiempo en movimiento: 18:59:40 h Fuentes: http://www.desnivel.com/excursionismo/propuestas-para-el-finde/camino-lebaniego-al-corazon-de-picos-de-europa-en-tres-etapas https://www.guiarepsol.com/es/viajar/vamos-de-excursion/santa-maria-de-lebena-cantabria-camino-lebaniego/