Consejos para una ruta segura

Fecha: 19/11/2022 Autor: Darío O.

Antes de nada, tenemos que aclarar que estas recomendaciones no son incompatibles ni excluyentes con ninguna otra guía o consejo para el buen senderista / ciclista. Cada medida aquí recogida debe mirarse con la lupa del contexto de la ruta. Por ejemplo, una recomendación del tipo “viaja ligero” pierde fuelle cuando hay que pernoctar durante más de un día.

 

1º Lleva ropa adecuada. Parece bastante evidente, pero no lo es tanto el cálculo de cuán cálida debe ser la ropa. Revisar el tiempo el día antes de la salida puede ser un gran aliado, sobre todo si el punto de inicio de la ruta dista bastante de tu casa y las temperaturas pueden variar. En general, ropa cómoda y ligera si el frío lo permite suele ser la máxima. Hay tantas opciones posibles y combinaciones que no nos vamos a detener a desglosarlas aquí, pero una prenda que es común a senderistas y ciclistas, y suele ser una gran panacea cómodo-térmica es el cortavientos.

 

2º Lleva hidratación y comida suficiente. Este es el único punto que debemos permitir que choque con la comodidad, pues la deshidratación es uno de los peligros más graves que acucian a excursionistas de toda índole. No nos malinterpretéis, el recipiente del líquido sí que debe de ser cómodo de portar, pero no hay que escatimar con el contenido, que debe de ser, como decimos, siempre de más y no el justo. Casi todas las fuentes naturales de agua en el mundo son inadecuadas para el consumo, sea por residuos humanos o por las heces del ganado, por lo que lo último que quieres si tienes un problema en el bosque es tener que beber de un río o charca. La comida, por otro lado, debe ser altamente nutritiva y si es posible calórica. Si te pierdes, no es el mejor momento para hacer dieta.

 

3º Elige bien el peso y la mochila. Si estás dando tus primeros pasos haciendo rutas, sé lo que estás pensando. No, no lleves la mochila del colegio / universidad a una excursión. Estás mochilas “académicas” están pensadas para portar libros, por lo que reparten mal el peso cuando este está compuesto por lo que necesitas para una ruta ciclista o de sendero.

La norma general aquí es: usa la mochila más pequeña posible pegada al cuerpo lo máximo posible sin “bailar”. El qué es estrictamente necesario para la ruta variará según la duración y localización de esta, pero recalcamos aquí que hay que llevar hidratación de más. Lo que sí podemos decir es qué no es estrictamente necesario y debería dejarse en casa en pos de la comodidad: auriculares, altavoces, cámaras, juegos de mesa, consolas (sí, conocemos casos de personas que las han llevado de excursión), líquidos que no hidratan (bebidas carbonatadas, alcohol…) o comidas no nutritivas.

 

4º No viajes solo. Viaja al menos con otra persona. Esto es especialmente importante en entornos alejados de la civilización, dado que ante una herida incapacitante, encontrarse solo puede resultar nefasto. El campo y la montaña no son algo que tomarse a la ligera, incluso a los guardas forestales, tan expertos en los senderos, les hacen ir en parejas. Por su puesto, el compañero de ruta debe ser una persona de confianza y, si es posible, con mejor sentido de la orientación que el tuyo propio.

 

5º Familiarízate con la ruta de antemano. Antes de salir, es de necesidad imperiosa que hagas un pequeño estudio de la zona, los posibles peligros, temperaturas y, sobre todo, del mapa a seguir. No debes seguir rutas de dudosa fiabilidad o que temas puedan atravesar zonas protegidas sin autorización o fincas privadas. Por su puesto, la fuente de información sobre el terreno debe ser de confianza y dudar, en la medida de lo posible, de senderistas y ciclistas no avezados. Familiarízate también con los distintos tipos de señalizaciones y balizas. Si es una ruta de sendero los busca los “mojones de viento” que, con total certeza, habrán colocado otros excursionistas. Una pequeña aclaración aquí sobre un tema que en su día hace dudar a todos los novatos: los cotos privados de caza se pueden atravesar, siempre que otra ley no lo impida, pues éstos delimitan una zona privada para cazar, pero no para pasar.

 

6º No te salgas del sendero. Sea en bicicleta o andando el tránsito de otros senderistas y/o animales habrá dejado una notoria marca, por no decir calva, sobre el terreno. Ésta es la vereda o senda a seguir y no otra. No solo porque probablemente sea la opción más corta, sino porque al salir estarás añadiendo obstáculos adicionales, machacando vegetación sin razón y, probablemente, desorientando a futuros excursionistas que estarán padeciendo tu nueva “ruta”. Todo esto cobra un cariz especial si hablamos de un entorno con especies protegidas, aplastar las cuales puede conllevar sanciones económicas.



7º El móvil debe ser un aliado, no un enemigo. El móvil y las aplicaciones de trackeo de rutas, como OruxMaps, son una herramienta maravillosa que permiten el poder hacer una ruta tranquilamente hasta por el más desconocido de los lugares para uno. Pero no se debe abusar de la dependencia al teléfono, especialmente teniendo en cuenta que éstos cuentan con baterías limitadas. Nuestra recomendación aquí es que si tu móvil tiene lo que comúnmente se conoce como “una batería cascada”, no te aventures con él como única herramienta de mapas en un entorno desconocido. La batería, en este caso, debe ser longeva y no abierta a sorpresas. El trackeo de la ruta es una función que consume moderadamente rápido la batería de un móvil, por lo que si tienes dudas sobre si te durará o no, limítate a seguir la ruta del mapa con éste, sin trackear la ruta.

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