Articulos relacionados con "Un poco de todo"
Autoayuda para ciclistas envejecidos
¿Autoayuda?, si has llegado hasta aquí probablemente no la necesitas...
Yo al Sol ya le he dado más de 50 vueltas 😎, aunque Strava no lo tenga registrado. Bien es cierto que, en aquellos tiempos, Strava ni estaba, ni se le esperaba. Sí llevan registro de ellas mis huesos y mis pelos, de estos, a muchos me los dejé por el camino y de los que siguen conmigo, la mayoría se han plateado. Mis huesos también me recuerdan cada mañana que empieza a faltarles algo de lubricante. Nunca supe cuál traían de fábrica, si de cera, de teflón, de grafeno... bueno, de grafeno seguro que no, porque en aquellos tiempos algo como el "grafeno" me hubiera sonado más a planeta perdido de StarTrek 🖖 que un material revolucionario, aunque parece que, tan cotidiano era, que cada día lo usábamos en el cole para nuestras tareas.
Ya que hablamos de asuntos cósmicos, según dicen los expertos, en cada vuelta recorrí 930 millones de kilómetros y mi velocidad media fué, ¡nada más y nada menos!, que de unos 107.280 kilómetros por hora 🤪. Bueno pues eso multiplícalo por "50ytantos" y comprenderás que no hay track que lo soporte...
En cualquier caso, sí que existían ya las bicicletas, casi todas con sus dos ruedas, sus pedales, su manillar ... en esencia eran como las actuales, aunque sensiblemente más pesadas. Algo teníamos en aluminio, pero no estaba al alcance de todos los bolsillos... aunque en realidad tampoco importaba tanto, si el motor era capaz de moverlas.
Bueno, pues son las ocho de la mañana de un bendito sábado y aquí estoy enfundándome una vez más los culottes mientras me tomo un café bien calentito para ir despertando mis mitocondrias, que el otro día me enteré de que son las encargadas de la mayor parte del suministro de energía de nuestras células, qué cosas... por cierto tienen este aspecto y están repartidas por el interior de nuestras células.
Bien, pues voy a sacarlas de paseo para que no se anquilosen... ¡Ah!, casi se me olvida la parte de la "autoayuda" 🥱... pues... si ya pasaste del medio siglo... lo más probable es que no la necesites... bueno, de momento mi receta es que pedalees un rato y disfrutes de este fantástico deporte... yo ahora me voy, a la vuelta te sigo contando....
Relatos para no "perder el norte"
Serie de relatos para "no perder el norte": Un saludo 👋
Probablemente será porque soy uno de esos ciclistas que ahora llamamos "old school" (vieja escuela), o quizás simplemente los tiempos cambian 🎵The Times They Are A-Changing (Bob Dylan, 1963)🎵 y las cosas dejan de ser lo que fueron (a veces para mejor). El caso es que había ciertas costumbres o códigos no escritos en el ciclismo aficionado que parece que se perdieron en el tiempo "como lágrimas en la lluvia" 🎬. Me refiero hoy al saludo entre ciclistas. Como ciclistas somos un colectivo vulnerable y la mecánica, casi siempre nuestra aliada, a veces puede jugarnos malas pasadas. Nadie está exento de sufrir algún percance, una simple caida, un simple pinchazo... y es posible que no seamos capaces de resolver la situación por nosotros mismos.
Evidentemente no saludar no implica que no estés dispuesto a prestar tu ayuda si es necesario, "hechos son amores, que no buenas razones"... pero sí que de alguna manera visibiliza entre nosotros el reconocimiento como compañeros y la pertenencia a este colectivo que siempre fué integrador y solidario.
En definitiva, e independientemente del entorno en que nos encontremos, el saludo no deja de ser una señal de respeto y consideración hacia los demás, y envía el mensaje de que hemos notado su presencia y que lo reconocemos como persona. También es una señal de cortesía y buena educación. 👋
Serie de relatos para "no perder el norte": Chupa ruedas
Si algo parece que tenenos claro, es que el aire no pertenece a nadie y es un bien que compartimos entre todos: animales, plantas... aunque tambien es cierto que los humanos tenemos cierta tendencia a creernos propietarios de todo lo que hay bajo el sol. El aire que dejo atrás cuando monto en bicicleta 🌬 no me pertenece, así que no tengo inconveniente en que otro "pedaleante" 🧟 me siga. Sí, sé que ni ese vórtice, ni aquella turbulencia 🌀 estaban allí antes de que yo pasara, pero no sé hasta qué punto puedo ejercer algún derecho sobre ellos. En cualquier caso, es una energía que dejé a mi paso y que se diluirá en poco tiempo, ¡qué mas dá si alguien la utiliza!. Sí, puedes ir a mi rueda, no tengo ningún inconveniente, solo te pido que no esprintes justo antes del final del carril o justo antes de coronar. Pasa delante si puedes, a mi también me duelen las piernas... será más divertido.....
Serie de relatos para "no perder el norte": Numerología
Pues confieso que mi bicicleta de montaña es “una 26”...👍 ¿por qué no monto “una 29”? pues, en realidad, simplemente porque cuando la compré ese era el estándar para ruedas de bicicleta de montaña y hasta el momento, no he necesitado sustituirla. Ruedo con compañeros con bicicletas tanto de 29 pulgadas como de 26 pulgadas y realmente noto más diferencias derivadas de la habilidad y estado de forma del piloto 🚵 que del diámetro de las ruedas de su montura. Vaya por delante que solo soy un aficionado, ni compito, ni tengo intención de hacerlo, ya que montar en bici solo es mi hobby. Entiendo que la competición es otro mundo, pero no es ni el mío, ni el de la mayoría de los ciclistas que conozco.
Sí que, entre ellos, hay algunos propietarios de “pepinos” 🚀de 26 pulgadas que empiezan a mirar a sus leales monturas con ojos de verdugo y me temo que las van a reciclar sin mayores miramientos por el simple hecho de que empiezan a ser minoría y parece que eso les deshonra.
Hoy me quiero solidarizar con esas pobres “desdeñadas” que otrora fueron reinas y ahora son víctimas de los azares del “mercado” 😢 .
Dicen que “las 29” tienen grandes ventajas: que su mayor diámetro hace que absorban mejor las piedras, baches, raíces y demás obstáculos del terreno (por su menor ángulo de ataque), también que mejoran la tracción al tener mayor superficie de contacto (arco de circunferencia más abierto) y que, al tener mayor diámetro, también tienen mayor momento de inercia con lo que es más fácil mantener la velocidad una vez alcanzada. Como contrapartida que son más lentas al acelerar, más difíciles de detener y menos manejables, y que por eso la longitud de los manillares han aumentado en consonancia. Ya sabes, barco grande, timón grande. Por otro lado, también han aumentado su tamaño general y por tanto su peso (a igualdad de materiales constructivos).
Solo como dato informativo, una rueda de 29 pulgadas no se refiere al tamaño de llanta que realmente sería de 622mm (24.5”) si no al diámetro exterior “teórico” de la cubierta. Coincide con la medida más extendida para llantas en bicicletas de carretera 700c(622 mm). En cuanto a la circunferencia teórica, para una rueda de 29x2.3 pulgadas es de unos 2.326 milímetros mientras que para una de 26x2.35 pulgadas es de 2.083 milímetros, lo que quiere decir que en cada vuelta una rueda de 29 pulgadas recorre unos 243 milímetros más.
En mi caso, todas estas ventajas e inconvenientes no justifican el gasto que significa la sustitución. Practico tanto ciclismo de carretera como de montaña, con ambos disfruto por igual, de la carretera me gusta la sensación de ser liviano 🪶, rápido, notar como la fuerza que ejerzo sobre los pedales se transforma casi íntegra en km/h 💪, trazar las curvas casi sin mover el manillar… prefiero el asfalto bien conservado y no me gustan los baches, sobre todo quiero ir rápido y sumar kilómetros. Del ciclismo de montaña me gusta sentir que no existe el camino imposible, sentir las piedras, las raíces y los agujeros, esquivarlos, buscar la mejor trazada, saltarlos si puedo. Realmente no busco ser un bulldozer atravesando el camino inmisericordemente, que me gusta ser respetuoso con el entorno natural. Y sobre todo, no me importa tanto ser rápido como recorrer la ruta. Quiero enfrentar el reto, mejorar mi técnica, ser más hábil.
Siempre desde mi humilde punto de vista, encuentro que tanto las ruedas de 26 pulgadas como las de 29 pulgadas satisfacen perfectamente mis necesidades como aficionado. Si tienes una bicicleta con ruedas de 26 pulgadas y funciona correctamente, por favor no te sientas obligado a reemplazarla simplemente porque “29” es el “mainstream” (tendencia mayoritaria), hazlo cuando puedas o si tu bicicleta actual realmente ya terminó su vida útil.
En lo que a mí respecta, a mi “burrita” 🐎 la llevo montando desde hace muchos años y siempre respondió, y sigue haciéndolo, con lealtad y obediencia. Aún mantiene su pintura original, aunque con algunas cicatrices que el camino le dejó, que lejos de afearla le otorgan una impronta que la embellece 😍. Espero que siga conmigo muchos años y que recorramos juntos muchos tracks a vueltas de 26 pulgadas (2.083 mm por vuelta).
Como curiosidad el número 26 es el único número natural que se encuentra entre un cuadrado perfecto: 25 = 5 x 5 y un cubo perfecto: 27 = 3 x 3 x 3. Es el número atómico del hierro (Fe) y no es número primo (tiene más divisores además de la unidad y él mismo).
El 29 es un número primo (solo es divisible entre la unidad y él mismo). Se puede obtener sumando 2, 3 y 4 elevados al cuadrado 2^2+3^2+4^2 = 29. El 29 es el número atómico del cobre (Cu).
Biodiversidad Península Ibérica
Unos de los principales alicientes del senderismo, el running, el ciclismo o la escalada es el contacto con la naturaleza. Probablemente todos los practicantes de estos deportes si algo tienen en común su amor por el entorno natural. Queremos aquí aportar información acerca de los árboles, plantas y animales que encontraremos habitualmente en nuestras rutas para que sepamos identificarlos y conocer algunas curiosidades y datos interesantes. Publica y comparte tus fotos y ayuda a que la comunidad conozca mejor la biodiversidad de tu entorno
Alcornoque (Quercus Suber): es un habitual de la península ibérica y el entorno mediterráneo. El tronco está cubierto de una corteza de corcho de gran espesor (hasta 15 cms) ligera y con rasgaduras profundas en sentido longitudinal. Se suele explotar retirándole el corcho en la zona inferior mostrando entonces una corteza lisa de color anaranjado. Su corteza de corcho es el mejor identificador para distinguirlo de sus parientes más cercanos, el quejigo (Quercus Faginea) y la encina (Quercus Ilex)
Aceitera común (Berberomeloe majalis) También conocida como carraleja, curita, curilla, frailecillo, curica... es un coleóptero (comúnmente escarabajos). Su abdomen es muy alargado y segmentado, con bandas transversales de color naranja o rojo. Cuidado con no tocarlo pues segrega una sustancia muy tóxica (cantaridina) que produce irritación y erupciones por contacto con la piel y si es ingerida producirá vómitos, diarréa y problemas urinarios. La cantaridina fué utilizada como afrodisiaco en la antiguedad.
Recuerda que debemos cuidar el medio rural, más información en Acceso responsable al medio rural y natural por parte de ciclistas y senderistas
Sobre Sicami
En Sicami pretendemos poner al alcance de todos herramientas de fácil uso para la visualización, gestión y modificación de rutas (tracks).
Sabemos que hay muchas otras aplicaciones que ya hacen esto, pero nuestra intención es ponértelo lo más fácil posible.
Además poco a poco, gracias a las rutas que nuestros usuarios vayan subiendo y decidan hacerlas públicas esperamos poder ofrecere una extensa base de datos de rutas para realizar al aire libre.
Nos gustaría que nuesro servicio fuera gratuito, pero por desgracia los medios para poner en marcha nuestro sitio web no son gratuitos. Intentamos cubrir esos costes con publicidad que se mostrará en nuestra web, intentaremos que no sea molesta y que sea apropiada para ti, incluso que llegues a agradecerla por que encuentres artículos y servicios interesantes.
Queremos ser contigo una gran comunidad de amantes del deporte y de las actividades al aire libre.
Mis experiencias con el frío y los sabañones
Una dolencia que me ha atacado desde crío, y que seguro que lo va a hacer con más crudeza en la vejez, son los sabañones. Conocidos más popularmente entre mis amigos de la infancia como “dedos de morcilla”, parecido innegable desde luego, excepto por lo negro de la morcilla y lo rojo del sabañón.
Esta aflicción se caracteriza por la inflamación, el picor y, como he dicho, el enrojecimiento, y suele venir de la mano de la estación fría. Dicen también, o eso he oído, que es más común en las mujeres, maldita suerte la mía, que pertenezco al otro sexo y aún así los padezco, pero la genética es caprichosa. En mi caso particular, suelen saludarme siempre con la hinchazón del dedo corazón de la mano derecha, extendiéndose, si no me cuido a tiempo, por el resto de los dedos e incluso a la otra mano (sugiriendo así que tengo mejor circulación en una que en la otra). En teoría, se pueden presentar también sobre los pies (y hasta orejas), pero no llega hasta tanto mi mala suerte, pues a mí nunca me ha pasado, consecuencia, quizás, de que siempre uno lleva calcetines, pero no siempre lleva uno guantes. A este respecto, tengo que hacer la recomendación que considero más eficaz contra los sabañones: los guantes. En el momento en el que caí en la cuenta de que iban asociados al frío y la humedad, comencé a usar guantes con más frecuencia y noté una mejoría casi instantánea. Otros “remedios” que traté resultaron contraproducentes como el acercar las manos a una lumbre o estufa, este intercambio brusco de temperatura parecía, en algunas ocasiones, recrudecerme los sabañones. Por lo que mi único consejo al pobre o a la pobre que los padezca como yo es el agenciarse unos buenos guantes que abriguen.
Escribiendo esto sobre los guantes acabo de caer en la cuenta de una anécdota que igual no viene a cuento, pero que creo que merece la pena adjuntar aquí por lo gracioso.
Me encontraba comprando guantes hace unos meses en una tienda cuyo nombre no diré cuando me coloqué al lado de un hombre que también se hallaba en la misma tarea que yo, pero con la particularidad de que él buscaba unos guantes que permitieran el uso, a través del tejido, de pantallas táctiles; mientras que yo estaba más preocupado por la protección térmica (y por el precio). Pues bien, este buen hombre, para cerciorarse de que el guante “táctil” efectivamente funcionaba, tuvo a bien agarrar la mano del maniquí, sobre la cual estaba colocado el guante, e intentar interactuar con la pantalla de su móvil la mano del maniquí, obteniendo escasos resultados.
Por romper una lanza a favor del hombre y no pasarme de listillo, tengo que reconocer algo que yo no sabía previa su búsqueda en Google: hoy en día la mayoría de las pantallas de los móviles son capacitivas, esto viene a decir que el móvil se entera del contacto por conducción eléctrica (sí, en los dedos tenemos electrones). Si bien es cierto que, sin una mano humana de por medio, la pantalla probablemente no se entere de la pulsación; en función de como se haya fabricado el guante la pantalla de tu móvil podría desbloquearse, incluso con la mano de un maniquí.
Ande yo caliente, y ríase la gente
-Luis de Góngora.