De nuevo en La Solana, donde el caminante no encontrara grandes paisajes, grandes cumbres, profundos barrancos ni grandes gestas montañeras. Pero a cambio de todo esto, viajaras en el espacio y en el tiempo, te sumergirás en poblados en ruinas, con algún tinte de vida, y caminaras por bellos senderos entre gigantescos muros de piedra, pinos y bonitos quejigos, cruzaras pequeños barrancos, ahora repletos de agua y saborearas mucho, mucho, cada paso dado. Subimos la pista desde el Puente de las Guargas en la carretera N-260 entre Boltaña y Fiscal, hasta Giral con sumo cuidado. La pista no esta en muy buen estado para un turismo debido a las muchas lluvias de la temporada. A la entrada y a la derecha hay una amplia zona para aparcar. Seguimos la pista unos metros hasta la señal, a la izquierda, que nos indica el sendero. Veremos un pequeño cartel con indicaciones a Castellar y Gere, mas adelante llegamos a otro desvío, izquierda a Castellar, derecha a Gere y Burgasé. Tomaremos este último y volveremos luego por el de la izquierda. Ascendemos entre bosque y llegamos a la pista junto a un collado. La seguimos a la derecha, pasaremos el Barranco de las Planas. Mas adelante la pista se divide, tomaremos el ramal de la izquierda para llegar enseguida al desvío a Gere a la derecha. El pueblo esta todo vallado con cable, pasar y cerrar de nuevo. Gere es un contraste entre lugares mas o menos arreglados y la ruina que campa en la Solana. No encontramos a nadie, a pesar de que oímos unas voces, pasamos por debajo de donde proceden de camino a la iglesia y se trata de una grabación. Están contando una historia tal como un relato teatralizado. Sera para ahuyentar, para que pensemos que el lugar no esta abandonado? Tranquilos que un paseo, unas fotos y tal como llegamos, vamos a irnos. Volvemos a la pista y la seguimos hasta la próxima curva, aquí en su lado derecho sale un sendero, mojón, no esta muy visible es cuestión de subir un pequeño desmonte y ya estaremos en un precioso sendero entre muros de piedra y tupido bosque. Llegamos a un punto en que el camino parece mas tapado y a la izquierda tenemos un sendero mas pisado, es el que sube a la ermita de Santa Marina. Seguimos de frente por el sendero que va entre grandes muros de piedra a su izquierda pensando que nos puede llevar directamente a Burgasé, como así resulta ser. El sendero esta algo tapado por alguna zarza y aliaga, y en varias ocasiones el muro ha caído sobre el camino, pero se puede seguir sin grandes problemas y merece mucho la pena. Entramos en Burgasé y aquí nos sale algún perrillo al encuentro y mas tarde un joven habitante con el que hablamos un rato. Sera la única persona que veremos en todo el dia. Volvemos por la pista que entra al pueblo hasta la curva donde esta la ermita de Santa Marina, antes de la curva y a la derecha sale el sendero que nos lleva a Castellar. El primer tramo va bajando con una suave pendiente entre campos aterrazados por muros de piedra seca hasta cruzar por un pequeño puente, el barranco de las Planas otra vez. Es un tramo verdaderamente encantador y tranquilo. Cruzado el puente debemos ascender a Castellar, el sendero es precioso y hace que la subida se haga mas llevadera. Una vez en Castellar giramos un poco a la derecha para contemplar el lugar mas bonito e interesante de la ruta, la Cabañera, una calle empedrada y entre grandes muros de piedra. Después de un paseo por sus ruinas dejamos Castellar, vamos bajando y cruzando la pista un par de veces. Nuestro camino transcurre ahora por un amplio trecho de Cabañera realmente espectacular. De nuevo en la pista la cruzamos y tomamos un camino a la derecha, ya por senda seguimos las indicaciones hasta alcanzar el desvío cerca de Giral, por el que hemos pasado a primera hora y en unos pasos estamos ya de vuelta al aparcamiento.